Lo inolvidable

Eduardo Berti posee una de las escrituras más sólidas de la literatura argentina actual. Las historias aquí reunidas trazan un camino jalonado por formas de olvido y por lo inolvidable. De la mano, un padre y un hijo avanzan hacia la escuela; dos trabajadores sobreviven bajo la presión del aislamiento y la piedra; una lectora impulsiva y obsesionada naufraga en un universo de papel; el peso de un engaño condiciona toda una vida. La memoria y la confesión, la identidad y la decisión son algunos de los temas de los cuentos incluidos en Lo inolvidable, con los que Berti vuelve a mostrar su sutil maestría para la evocación y el detalle, para el descubrimiento y lo inquietante.



"Eduardo Berti acaba de publicar Lo inolvidable, colección de cuentos que merece su título. Lo termino de una sentada: pero no rápida, sino fluida. Los libros intrascendentes se leen sin interrupción. Los libros inquietantes, sin tregua. Esa es la diferencia entre ligereza e intensidad. El final del libro de Berti retrata en simultáneo a sus propios lectores, nos sorprende haciendo exactamente lo mismo que estamos leyendo. En penumbra, unos amigos que se cuentan historias de fantasmas van apagando velas: una por relato. Justo después del último, el narrador se levanta para soplar la única vela que queda encendida. Entonces se oye un grito: «¡No la apagues, por favor!». Terminar un buen libro se parece a apagar la luz. Nos da placer y miedo llegar al final. Sus fantasmas iluminan la oscuridad que dejan."

Andrés Neuman



SOBRE "LO INOLVIDABLE"

Tiempos distintos


Por María José Obiol

(Suplemento Babelia, diario El País, España, junio 2011)



En el primer cuento, titulado 'El inicio', padre e hijo caminan en silencio hacia la escuela. La mano de uno va como perdida en la del otro. Y también, y como suele ocurrir, uno reconforta al otro para que salve con la menor angustia el escollo del primer día de clase. Quien lee va con ellos, y escucha su silencio y el temor del escolar y el consuelo que se le proporciona. Cuando el cuento acaba y reposas lo leído, pasas a una carta que se vende y que se convierte en veneno y tesoro. Así, con tensión melancólica cada vez mayor, llegas al final, hasta completar los once relatos de Lo inolvidable. Narraciones de buen material literario que Eduardo Berti (Buenos Aires, 1964) escribió en tiempos bien distintos y que comprende un periodo de doce años. Sus fuentes fueron diversas: una noticia sin importancia, la lectura de un autor que tiró de él, algún apunte de lo cotidiano. Después están las atmósferas, determinado enfoque surrealista en uno, un punto de terror en algún otro y casi siempre el predominio de un temor cada vez más común: el miedo a olvidar o a ser olvidado. 'Volver', un relato especial, es un compendio de muchas de estas atmósferas. Berti establece un vínculo entre estos once cuentos, pues hay en ese acento doloroso que los recorre una impronta melancólica que tiene que ver con el miedo a ser prisionero de las obsesiones y de la no memoria. Además, todos ellos compiten por la fortaleza de su escritura. De igual manera, algunos de los relatos no se cierran cuando el cuento finaliza, y a esta lectora no le queda sino imaginar qué va a suceder con quienes lo protagonizan. Cómo se convertirá en palabras ese silencio entre padre e hijo el primer día de clase. Otra forma más de melancolía. Léanlo.


Lo inolvidable
Por Ernesto Calabuig

(El Cultural de El Mundo, España, mayo 2011)


Lo inolvidable es el último trabajo de Eduardo Berti (Buenos Aires, 1964), narrador que lleva una impecable e hiperactiva trayectoria como autor de relato, novelista, antólogo y traductor. Que de una colección de relato de once piezas, pueda decirse que al menos 5 ó 6 brillan a gran altura y las restantes mantienen un nivel interesante y digno, habla ya del valor de un libro en el que Berti da sobradas muestras de una escritura limpia, elegante, que sabe mostrar ahorrándonos moralinas y sermones. Quizá los seis relatos más poderosos sean: “El inicio”, “La carta vendida”, “La mentira o la verdad”, “Retrospectiva de Bernabé Lofeudo”, “Volver” y el breve “Fantasmas”. En el primero de ellos acompañamos a un padre y a un hijo de camino a su primer día de clases (“sus pasos son tan iguales que uno parece el reflejo joven del otro”) sin sospechar que la estampa cotidiana, naif, nos reserva al final un hermoso giro inesperado.

De ahí pasaremos a la ruda convivencia de dos hombres aislados durante meses en una cantera (“Nadie les había explicado con qué fin juntaban las piedras”) y a su locura creciente en torno a una carta codiciada. Misterio que, al desvelarse, explota ante el lector con la medida potencia de los relatos con pegada. A veces la inverosimilitud se estira tanto como en la amnesia musical de “Formas de olvido”, la culta dentadura parlante de “Lo inolvidable” o los mendigos mutantes de “Salvar a la Gioconda”, pero siguen siendo historias fecundas y de buena atmósfera. El enigma de un collar falso en “La mentira o la verdad” deviene metáfora del juego en que consisten las ficciones. Una mención especial habría que hacer a “Retrospectiva de Bernabé Lofeudo”, donde, al hilo de las cintas de este director argentino de cine mudo de los años 20, experto en el “melodrama erótico”, se va desgranando la relación que el cineasta mantuvo con su actriz favorita y, de paso, con la culpa y las aristas de la moral de su tiempo. “Volver” es, finalmente, otro relato destacado, con ese viaje en avión de regreso al país natal. Las dificultades del retorno del protagonista hacen recordar ese otro fantasmal “regreso” de A. Manguel. Aquí Berti apuesta por el rápido flash de una novela contenida, sin desplegar. Hay intensidad en ese personaje enfermo en un baño de aeropuerto, “una rodilla en tierra como si le rezase a medias a ese país reencontrado”.